Cabeza borradora es la ópera prima de David Lynch y contiene todas las claves y manías del excéntrico director norteamericano. Henry, un joven deprimido y asustadizo, asiste impotente al nacimiento de su hijo: una criatura deforme y monstruosa. Hastiado de la realidad se refugiará en una extraña fantasía donde la diminuta mujer del radiador danza en un pequeño escenario mientras pisa los gusanos caídos del cielo.
No debe invadiros la obsesión que sufren muchos de “entender a Lynch”, David Lynch parte de un cine que rompe las estructuras de narración y parte de la idea, de lo onírico como base de sus historias. Sus relatos son sugerentes y rupturistas, seguramente o os encanta o los odiéis.
Instrucciones de uso: Si no habéis visto nada de Lynch sería mejor comenzar con “Blue velvet.” Para ver esta película recomiendo que la veáis solos y de noche para profundizar mejor en el ambiente sombrío.
