Fascinante película de Paul Verhoeven que dirigió antes de cruzar el océano. Se trata de un drama con tintes eróticos donde se relata una cruda relación amorosa entre un artista holandés y una joven de familia burguesa. El carácter desenfadado y excéntrico de Erik, el pintor, y la relación turbulenta con Olga, nos embarcan en un remolino de sentimientos y desencuentros impactantes.
La película, detalles eróticos y situaciones increíbles a parte, relata una relación tormentosa y cruda como la vida misma sin caer en el romanticismo barato ni en el melodrama. Toca con tacto ciertos temas (como la muerte) y con desgarrante libertad otros (como el sexo). Antes de esta, Verhoeven, dirigió Delicias holandesas, donde relata la historia de unas prostitutas del distrito rojo de Amsterdam, sin embargo, ésta tuvo mucho menos éxito que su predecesora. Destacaría la interpretación de los protagonistas y una fotografía asombrosa.
Instrucciones de uso: Bueno, supongo que no pasar por una época de crisis con la pareja, algunos me han odiado por recomendarles esta película...
