jueves, 13 de agosto de 2009

Koyaanisqatsi (1982)

Supongo que muchos de vosotros la habréis visto o como mínimo sabréis de lo que hablo. Koyaanisqatsi (1982) no es una película en el sentido que estamos acostumbrados, principio-desarrollo-desenlace, es una explosión de imágenes acompañadas de la música de uno de mis compositores favoritos: Philip Glass. No hay protagonistas, ni siquiera personajes, ni diálogos. Debemos entender esta obra como una larga metáfora que Godfrey Reggio nos quiere transmitir. 

¿Pero se entiende algo? Que no cunda el pánico, Koyaanisqatsi expresa una idea de forma clara que, por si a caso, queda resumida en una frase al final. La película sorprende por calidad técnica y por la innovación que representa. Parece que Reggio se avanzó a su época con esta obra que todavía hoy sigue impresionando. Godfrey Reggio, junto a Philip Glass, completaron la trilogía con Powaaqatsi y Naqoyqatsi sin el éxito conseguido con la primera.

 

Instruccones de uso: Día solitario (¿lluivoso?) y ganas de pensar. Importante pantalla grande y volumen alto. Luces fuera y Play.